Namu
-Un Cuento Zen-
Un monje le pregunto a Iun Men:
Cual es el verdadero rostro de Buda?
El Maestro respondió !Mu!
(Antiguo Koan de la transmisión de la Lámpara)
Namu Amida Butsu es la naturaleza del Buda, Amida. Según la escuela de la tierra pura, esta formula encierra la posibilidad de la Iluminación, Satori!!! Una situación de la mente en que la conciencia rebasa los contarios. El secreto del satori es estar unificado.
Para lograr ese estado permanente, se requiere desarrollar al máximo la voluntad de la Verdad.
I
Cuando hubo terminado de hablar, Namu, el sabio psicofísico se inclino sobre la reluciente maquina. Arremango levemente las amplias mangas de su tunica mientras apretaba el control de grabación. Escucho en torno suyo palpitar el silencio del conclave, esperando el resultado. Se aproximo al delicado receptor de fibrógeno y musito la silaba rotunda, eficazmente.
Dijo “!MU! ”
La palabra vibro en el silencio con una sobrecogedora intensidad y las cámaras neumáticas del aparato la repitieron interminablemente. Las miradas se dirigieron hasta el espacio vacío en el fondo del salón, esperando.... Sucedió como una leve turbulencia, un agotarse de colores en gestación.
Un MU apareció, materializado, tangible y aparentemente vivo, bajo el hueco de luz.
Un murmullo se elevo de los espectadores sorprendidos porque nunca habían visto un MU y también porque no habían creído nunca hasta ese momento, que un MU, ni cosa alguna pudiera ser producido en esa forma.
El maestro Namu sonrío complacido en tanto abría los brazos en un gesto ritual. Luego fue hacia el MU – que era de un color azul intenso- lo tomo con delicadeza y lo condujo a la parte central del hemiciclo. Una vez allí, con aquello de su lado, se dirigió a la concurrencia.
“ los MU no siempre son azules” los hay también verdes amarillos y de algun color que aquí no conocemos, el amasto, semejante a un ocre muy oscuro. En realidad, lo azul del MU no es tal color, sino un estado de animo”.
De donde viene?- pregunto una voz anónima.
De mi interior – respondió el viejo psicofísico.
Y la maquina? - inquirió otra voz.
Reemplaza la voluntad perdida – dijo el maestro Namu, mientras acariciaba con la mirada la gran parafernalia de metal que llenaba la parte oriental del hemiciclo.
Esta maquina es un aparato volitivo y también un mito técnicamente representado: sus planos obedecen a la traducción técnica de unas viejas palabras – agrego.
El escepticismo tomo forma en el rostro anónimo de los circunstantes. Levemente el MU cambio de color: su azul brillante se enturbio con tonalidades rojizas. En realidad, la audiencia se habría burlado del sabio psicofísico, si la presencia del MU no fuera un testimonio decisivo.
Los MU no siempre son azules, lo repito – dijo Namu -. Ahora tornase rojizo, porque esta a punto de desaparecer. Cuando llego, el MU era azul radiante, porque todos nosotros lo vimos y creímos en el porque ahí estaba. Ahora que intento explicar como vino al mundo y quien es el MU, ustedes no me creen y el impacto psicológico de su escepticismo cambia la naturaleza de los MU, esto hace que la iluminación que producen sea siempre fugaz.
Dichas estas palabras, los inteligentes prejuicios de la audiencia aumentaron y aquello que estaba al lado del psicofísico subió de color como un carbunclo hasta llegar al rojo vivo, luego tornose blanco y después desapareció. No emitió calor, no hizo ningún ruido, ni siquiera se movió simplemente dejo de estar entre los hombres.
Namu fue implorado de construir otro MU, pero se negó. En vano sus colegas y alumnos se acercaron al singular aparato de la voluntad y murmuraron a su oído electrónico la palabra en cuestión. La maquina fue sorda a sus intentos y ni una leve sombra de MU enturbio el hueco de luz.
II
Pero los MU, los mismo que todos los seres que viven en la región de lo nonato, pugnan por venir al mundo. En realidad un MU que ha sido pronunciado ya nunca deja de existir; puede que cambie de forma, que use un tipo de materia mas sutil, que mude su color a una frecuencia invisible, pero ya nunca quedara tranquilo e intervendrá chocarreramente en cada oportunidad que se presente para tratar de volver. Su medio natural son los sueños, en donde viven los MU como en su propia casa.
Así fue como el sabio psicofísico soñó una vez un sueño prodigioso: brillando con su azul mejor, un MU hallábase en medio de un hemiciclo enorme. A sus espaldas se elevaba una gigantesca parafernalia de glincalin y metal y frente a el hacinabase una multitud de pequeños MU nonatos. Un silencio tangible pesaba sobre esa multitud anhelante.
En un gesto vagamente recordado, el MU se inclino sobre el inmenso aparato, mientras manipulaba un control. La silaba sagrada se oyó nítidamente, pronunciada sobre el oído mecánico, repetida mil veces por el eco de las cámaras neumáticas.
-NA!
Las miradas de los MU nonatos se dirigieron sincronizadamente hacia el espacio vacío que esperaba como un hueco de luz al extremo del salon. Hubo una leve turbación y Namu apareció, intangible y aparentemente vivo bajo el haz de luz.
Un murmullo de admiración escapo de la audiencia, sorprendida porque nunca había visto a Namu y también porque no había sabido nunca, hasta ese instante, que un hombre pudiera ser producido en forma tal.
El MU se azulo, complacido, mientras giraba sobre si mismo como una peonza. Luego fue hacia Namu – que seguía soñando-, lo tomo de una mano y lo condujo a la parte central del hemiciclo.
Una vez alli, con el sabio a un lado se dirigió a sus congeneres:
" los hombres viven sumidos en un estado singular llamado sueño, que generalmente confunden con la inteligencia – dijo el MU – mientras acariciaba con la mirada los circuitos servomotores, las neuronas y todos aquellos contactos pasadizos intricados y cavernosos, masas grises y blanduzcas que formaban el cuerpo celular de Namu. Luego dijo en un susurro: Esta maquina es el aparato de la voluntad, que los seres humanos han olvidado utilizar".
El desconcierto opero un cambio de color en la audiencia, que se torno rojiza y Namu despertó.
III
Dispuesto a realizar la enseñanza que había recibido en sueños, el viejo psicofísico se inclino sobre el aparato que reemplazaba la voluntad, arremango las mangas de su tunica y comenzó a destruirlo, concienzudamente, hasta que la voluntad mecánica quedo reducida a una chatarra. Luego en medio del silencio expectante, dijo claramente:
-!NAMU!
Sorprendidos, los circunstantes lo oyeron pronunciar su propio nombre. Dirigieron la mirada hacia el nido de luz y vieron a otro Namu, idéntico al primero caminar en derechura hacia el. En la fracción de un segundo vieron las imágenes sobre imponerse fundirse la una en la otra hasta formar una sola.
El maestro Namu sonrío complacido y abrió los brazos en un gesto ritual. Luego se dirigió a la concurrencia:
Na Mu es el Si y el No y no tiene color, porque es todos los colores. No se divide en consciente e inconsciente. No distingue entre el sueño y la vigilia porque su realidad es el resultado de los dos . No posee una cara interna y otra externa, sino un solo rostro unificado. No reconoce noche y día, bien ni mal, tristeza o alegría porque ha aceptado que los contrarios forman parte de su ciclo vital. Por lo tanto Namu el hombre que ha pronunciado su nombre, es Uno solo, de naturaleza inmortal.
A continuación, el viejo sabio psicofísico se puso a escuchar – con sus propios oídos- el nombre de todos los presentes. Cada vez que lo hacían, la Voluntad de la Verdad crecía en ellos, iluminándolos con una nueva Luz.
Rene Rebetez
Ellos lo llaman Amanecer
y otros relatos...
Namu Amida Butsu
" Namu es una palabra Japonesa derivada del Sanscrito manas - antiquisimo idioma de la india- esencialmente significa, la intencion de tomar refugio, una exclamacion, de profunda reverencia, devocion infinita . A menudo ubicada justo antes del nombre del sujeto-objeto de veneracion. En el Contexto del Budismo Chan-Zen
Namu Amida Butsu, representa la recoleccion de la presencia del Buddha de la Luz Infinita como protector y guia, El esta alli justo en el centro sin centro... desde el punto de luz sin origen- sin fin"
Para invocar su magico zen tir acerca de la naturaleza de las cosas, con la memoria de lo ensoñado, y la resolucion del Koan planteado, Rene Rebetez nos ofrece una obra hecha luz!!! el Mago enciende la lampara por si mismo en su vacio corazon & no le queda mas remedio que no decir si-no Mu, es MU.. nada... & todo !!! -(Biografos de Rebetez como Juan Carlos Moyano, nos recuerdan de su por monasterios en Japon donde ahora imagino quizas Namu hizo su primer contacto desde lo no-nato con el sabio)
Con su Lucido Namu, este fabulosisimo & visionario abuelo entreteje la cosmovision de la escuela de la tierra pura, con la vigilia del ensueño y el verbo, desde la todapoderosa Voluntad de la Verdad, asi nos introduce la figura de Buddha Amithabba-Amida, el Buddha de la Luz Infinita, la mismisima personificacion de la compassion, y figura central de la Escuela de la Tierra Pura - Shin- del Budismo Zen. Por eso Namu Amida Butsu, Yo acudo a la proteccion & guia de Amida Buddha de la Luz Infinita, lo mas valioso es el Dharma, en japones se denomina a esto Nembutsu!!! mas alla de una frase o formula es un homenaje reverente, una declaracion solemne, es la aspiracion fundamental frente a la existencia y el compasivo entendimiento de que verdaderamente no estamos solos, la Voluntad de la Verdad esta alli.
Gasho
Namu Amida Butsu
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Vacio Cielo
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De acuerdo con el Sutra de la Vida Infinita, Amitābha/Amida -Jap- fue, en tiempos muy remotos y posiblemente en otro mundo, un monje llamado Dharmakāra. En algunas versiones del sutra se describe a Dharmarkāra como un antiguo rey que, habiendo tenido contacto con las enseñanzas budistas gracias al buda Lokesvaraja, renunció a su trono. Entonces decidió convertirse en un buda y así llegar a tomar posesión de un Buddhaksetra (un mundo existente en un universo primordial fuera del tiempo-espacio, producido por el mérito de un buda) de muchas perfecciones. Estas resoluciones están expresadas en sus cuarenta y ocho votos, que delinearon el tipo de buddhakṣetra que Dharmakāra buscaba crear, las condiciones bajo las cuales nacerían los seres en ese mundo, y qué clase de seres serían al renacer ahí.
En las versiones del sutra mejor conocidas en China, Vietnam, Korea y Japón, el décimooctavo voto de Dharmakāra era que cualquier ser en cualquier universo que deseara nacer en la Tierra Pura de Amitābha y llamara su nombre tan sólo diez veces, tendría garantizado el nacimiento en ese lugar. Su décimonoveno voto prometía que él, junto con sus bodhisattvas y otros budistas benditos, aparecerían ante aquellos que lo llamaran en el momento de la muerte. Esta apertura y aceptación de todo tipo de personas han convertido a la creencia de la Tierra Pura en una de las mayores influencias del Budismo Mahāyāna. Se cree que Budismo de la Tierra Pura comenzó a ganar popularidad al norte de la India, Pakistan y Afganistan desde donde se esparció por Asia Central y China, y desde ahí hasta Vietnam, Korea y Japon
El sutra también explica que Amitābha, después de haber acumulado un gran mérito a través de innumerables vidas, finalmente llegó a la budeidad y aún ahora vive en su tierra de Sukhavati, A través de sus esfuerzos, Amitābha creó la "Tierra Pura" (净土, Chino: jìngtŭ; Japonés: jōdo; Vietnamita: tịnh độ) llamada Sukhāvatī (Sánscrito: "que tiene felicidad"). Sukhāvatī se encuentra en el extremo occidente, más allá de las fronteras de nuestro mundo. Con el poder de sus votos, Amitābha hizo posible que todo aquel que lo llamara pudiera renacer en su tierra, para ahí recibir su instrucción en el Dharma y finalmente convertirse en bodhisattva y a su vez en buda (la finalidad máxima del Budhismo Mahāyāna). Entonces, estos mismos bodhisattvas y budas regresarían a nuestro mundo para, a su turno ayudar a más personas.
Explicacion de la Cosmologia de Amithaba Buddha tomada de Wikipedia